La historia de la literatura española no puede entenderse sin Castilla y Leon, sin sus paisajes ni sus gentes. Aun parecen oírse eal galope los caballos de los números ejércitos que protegían sus fortalezas y castillos hasta la muerte. Porque Castilla era fuerte, era culta. Y sobre todo, era Cristiano.

Castilla y Leon reúne el mayor numero de bienes culturales nombrados patrimonio de la humanidad, fruto del esfuerzo de sus gentes por destacar, por ser los mejores, por brillar en la historia. Muchos años han pasado desde entonces pero ahi quedaron la Catedral de Burgos o el monasterio de San Miguel de Escalada entre tantos otros que arrebatan el aliento y hacen reflexionar haste el menos interesado. ¿Cuántas manos hicieron falta para levantar este vedal?

Manos que también escribieron los primeros textos del derecho español. Francisco de Victoria se levanta en la plaza en la universidad de Salamanca para señalarnos que pisamos las baldosas de la universidad mas antigua de España, fundada en 1218.

Es fácil percibir la percepción de su acento – noble y pausado – el castellano. Personas de peso en la historia de España y personas de peso en el alma. Pero también es cierto que Valladolid fue unos de los principales focos de la inquisición donde se llevó a la hoguera sin piedad a los españoles que aceptaron la reforma protestante. Como muy bien describió Miguel Delibes en su novela, El Hereje, esta oposición a la libertad de consciencia y a las iglesias evangélicas pervive aun hoy en muchos lugares de Castilla, donde uno puede recorrer cientos de kilómetros sin encontrar ni una sola iglesia evangélica.

Gente dedicada, gente sencilla: En Castilla Leon son amantes de lo bueno, y buscan lo mejor. Por eso se degustan carnes y vinos de éxito internacional. Porque se toman su tiempo y cuidan los detalles. No hace falta mas que acercase para ser partícipe de su buen sentido del humor, transportado en las cuerdas de sus guitarras, y las letras de sus coplas.

No requieren de ningún exceso porque ya tienen a su alrededor todo lo cualquiera pudiera desear: sierras, lagos, ríos, embalses, pueblos y ciudades de gran belleza. Todo esto hace mas patente la gran necesidad de oración que brota de cada mirada. Algo falta, algo falla. Su Cristo sigue crucificado. No conocen apenas el poder de Su resurrección. La necesidad del evangelio en Castilla y Leon sigue siendo dramática. Es tiempo de pedir a Dios por un cambio que transforme el temor que provocó la inquisición por amor a la Biblia, y que devuelva esa tierra a la vida y a la esperanza que le arrebató con la espada.

Es tiempo de clamar a Dios por obreros que vayan y proclamen el amor que transforma al mundo. Es tiempo de orar por salvación y un nuevo avivamiento que sople sobre los pueblos de Castilla y Leon.