Padre celestial, te doy gracias por Andalucia, la belleza de Sierra Nevada, las cálidas playas de la costa del sol, el mar de olivares interminables, y los bellos pueblos blancos, donde permanece la aroma de la antigua cultura árabe y resuena su arte entre azulejos y fuentes de patios escondidos.
Pero tu conoces su historia, donde también hay guerras, y fortalezas, de las que hoy en muchos casos, solo quedan ruinas. Aunque hay murallas que permanecen: el temor cierra a los corazones, y el “que dirán” repele el deseo genuino que muchos tienen de conocer mas de Dios y su palabra.
Señor, tu puedes penetras estas murallas con tu amor. Padre celestial, te pido por Andalucia. Obra poderosamente, cambiando el temor por el amor, y la tradición por la autenticidad. Te pedimos por los pueblos Andaluces sin presencia evangélica, y sin testimonio de la gracia salvadora de Jesus, que tu paz y tu perdón penetren sus viejos muros, y tu alegría corra por sus calles.
En el nombre de Jesus, amen.